“El tiempo es ahora.
Debemos movernos de la retórica, de solo reconocer los problemas a trabajar en
conjunto, de comenzar a construir juntos lo que queremos ver y tener”. Esta
frase fue expresada por Hillary Clinton en su intervención en pro de la
igualdad en acceso a derechos en 1995 en China hace 23 años.
Han pasado veintitrés años y pareciera que hubiera sido comentada ayer. Se han logrado grandes avances que vale la pena reconocer, por ejemplo en México y muchos otros países existe legislación para garantizar la participación política de la mujer. De la misma manera al reconocer estos avances debemos de entender que estamos lejos de lograr igualdad en el acceso a oportunidades.
Un reporte publicado por “Credit Suisse” en el 2016 describió que las empresas que tenían por lo menos una mujer en su consejo directivo tuvieron mejores retornos en sus inversiones comparadas con compañías sin mujeres en su consejo. Este es uno de los múltiples estudios que han encontrado este tipo de hallazgos. Algunos llegan a afirmar que las compañías en las que el staff directivo alcanza el 15% de mujeres, llegan a ser 50% más rentables que aquellas que únicamente tienen 10% de mujeres entre sus directivos. Pero entonces, si las estadísticas nos dictan algunos de los beneficios de la equidad de género y lo que representan la igualdad en el acceso a oportunidades ¿por qué estamos lejos de obtenerla?
Según un estudio del Huffington post, los hombres en México tienen un sueldo promedio de $353 pesos y las mujeres de $309 pesos, es decir, un 14% más para los hombres. Una diferencia que representa más de 16,000 pesos al año para: colegiaturas, comida, vacaciones, avance profesional. Simplemente una posibilidad más de vivir mejor. Esto no solo sucede en México; el equipo campeón de la copa mundial femenil (de Estados Unidos) ganó 2 millones de dólares como premio, nada despreciable; más mínimo si es comparado con los 35 millones de dólares que se llevó Alemania por ganar la copa del mundo varonil.
Estas diferencias se
han reducido, pero no es suficiente, necesitamos ayuda, porque hoy nos conviene
como comunidad, nos conviene como empresas, como padres y madres de familia,
mañana les convendrá a nuestros hijos e hijas. Si el día de hoy tuviéramos la
oportunidad de reescribir el mensaje 23 años después habremos de decir que:
El tiempo es ahora, es
tiempo de pasar de la retórica, donde es inútil reconocer el problema si no lo
acompañamos de acciones conjuntas, primero siendo humanos antes de ser hombres
o mujeres. El tiempo es ahora, no es importante sino urgente que entendamos que
la equidad de género nos ayuda a todos y como tal la equidad de género e
igualdad en al acceso a oportunidades es competencia de todos.
Fuente @MemoAsiain
#HeForShe