Cómo mantenerse productivo durante un viaje de negocios

03/14/2019





Parte de tener un negocio o ser emprendedor es viajar, puesto que para hacer crecer tu negocio son necesarias reuniones, conferencias, presentaciones alrededor del país.

Aunque viajar es un placer, también resulta ser agotador. ¿Cómo podemos seguir siendo productivos cuando tenemos un viaje de negocios?


La preparación es clave

Programa tu viaje para poder llegar a los eventos agendados con tiempo.

Para que tu viaje y reuniones salgan bien es necesario planificar. Si bien no es una lista extensa, estos son algunos consejos básicos que debes tener en cuenta antes de partir:


Reserva tus fechas: asegúrate de poner el evento en tu calendario. Esto te recordará de dicho compromiso, de esta manera determinarás tu disponibilidad y la de tus clientes para reuniones previas a tu viaje. Te recomendamos utilizar Apple Calendar, Google Calendar o Microsoft Calendar.


Vuelos y hotel: los vuelos con escalas pueden ahorrarte algo de dinero, sin embargo son mucho más largos. Los vuelos directos ahorran un montón de tiempo y garantizan que estarás donde necesitas estar en el momento adecuado.


Empaque: recomendamos una lista de los elementos que necesitas. De esta manera, no estarás apresurado arreglando tu equipaje a último momento. Como base, debes de llevar tu atuendo de negocios, tu computadora portátil y productos de cuidado personal.


Familiarízate con el destino: te recomendamos hacer una pequeña investigación del lugar que visitarás para que te vayas familiarizando. Esto te ayudará a moverte por la ciudad de manera más efectiva y saber qué recursos están a tu disposición.


Deja tu negoció en buenas manos: designa un contacto de emergencia en tu ausencia, es necesario que todo tu equipo sepa quién estará a cargo los días que tu te vas.


Aprovecha tu tiempo de viaje: antes que llegues al hotel crea listas de prioridades y revisa tu programa para saber cómo vas a dedicar tu tiempo de manera productiva.

Antes de comenzar tu ruta, te recomendamos crear ‘’listas de cosas’’ que puedes hacer sin wifi, de esta manera puedes ir trabajando durante tu vuelo sin ningún problema.


Comprométete con tu trabajo y apégate a un horario
La parte más difícil siempre es comenzar, ya haciéndolo es muy fácil entrar en la zona de concentración. Si te cuesta mucho trabajo concentrarte utiliza ese tiempo de manera productiva leyendo, escuchando podcast o aprendiendo nuevas habilidades.

Cuando estés de viaje por trabajo, en lugar de realizar una pausa, sigue tu horario normal lo más cerca posible a cuando estás en casa.


Aprovecha al máximo

Viajar siempre crea una oportunidad de generar creatividad mientras te encuentras fuera de tu zona de confort, además ayuda a reducir las distracciones diarias.


Haz una alianza con la tecnología

Hay muchas aplicaciones que facilitan la comunicación cuando estás de viaje. Asegúrate de usar plataformas que te ayuden a automatizar tu negocio; por ejemplo, busca apps que puedan hacer publicaciones a tus redes sociales de manera rápida, programación o incluso facturación mientras te encuentras fuera de la ciudad.


Organiza a medida que avanzas

Estar de viaje puede hacer que tu mente se acelere y pases por alto algunas de las tareas que tienes pendiente con tu equipo. Te recomendamos usar MeisterTask para asignar tareas a tu equipo de manera rápida.


Reduce tu carga de trabajo antes de partir

Una realidad es que cuando te encuentras fuera de tu ciudad, no puedes laborar un día de trabajo completo. Una solución es reducir gradualmente tu carga de trabajo antes de partir. De esta manera, al regresar no tendrás tanto trabajo pendiente.


Aprovecha el tiempo de inactividad

Usa el tiempo muerto para tomar una siesta, meditar, reflexionar o bien explora la ciudad por un momento. Recuerda que estar conectado al trabajo todo el tiempo es agotador y es necesario recargar energías, un viaje es la oportunidad perfecta para hacerlo. 



Fuente: https://www.entrepreneur.com/article/329419



4 consejos para que tu correo electrónico no sea ignorado

03/11/2019





El objetivo principal del correo electrónico es el de construir relaciones con colegas, compartir información y colaborar de manera más eficaz.
Un empleado de oficina promedio con un trabajo administrativo recibe cientos de correos electrónicos diarios. Y, puesto que muchas personas solo revisan el correo dando prioridad a aquellos que tienen nombres conocidos, la probabilidad de vender una empresa o producto a través del correo electrónico, resulta remota en el mejor de los casos. Pero no es imposible.


El truco es tener una estrategia para abordar nuevos contactos. Aquí les dejamos algunos tips que puedes hacer mientras redactas tus mensajes.



1. Investiga a tu destinatario
"Antes de hablar con cualquier cliente o socio potencial, debes investigar y leer todo acerca de él para conocer sus aspiraciones y personalidad", dijo en un artículo Sam Parr, fundador de HustleCon.
Eso significa adentrarte en  LinkedIn, Google, YouTube y más. Puede sonar lógico, sin embargo, muchas personas no lo hacen, simplemente porque les toma tiempo. Más allá de ayudarte a personalizar tu estrategia de venta, te permitirá crear una sensación más personal dentro del mensaje.
Investiga sin prisa, de esta manera, causas empatía y demuestras a tu contacto que no es uno más de tu lista.



2. Consigue un asesor
Cada empresa tiene exejecutivos que se marcharon en busca de más dinero o que se retiraron, intenta encontrar a estas personas. Ellos te enseñarán el contexto y el tono adecuado para incluir la información al inicio de un mensaje.
Este tipo de conocimiento da forma a tus mensajes y le transmitirá al lector que tu interés no está solo en concluir una venta.


3. Respeta la dicotomía del correo
Los correos largos tienden a recibir respuestas cortas, en gran parte porque es probable que el destinatario no lo haya leído por completo. Los correos cortos a menudo obtienen respuestas más largas, debido a que el lector necesita más información.



4. No olvides pedir una cita
Con frecuencia los correos electrónicos divagan. Estos correos son los que se ignoran o se eliminan. Mantén el contexto de tus correos, directo y obvio. "Me encantaría reunirme con usted por lo menos 30 minutos", ‘‘Propongo agendar una cita para hablar más al respecto’’ son mensajes directos para la acción.


El receptor ahora conoce desde el final el resultado que esperas y puede darte una respuesta definitiva respecto a la construcción de la relación. 
 
Fuente:

https://www.entrepreneur.com/article/293114